No nos damos cuenta de lo rápido que pasa el tiempo, de las cosas que ocurren a nuestro alrededor; sólo nos fijamos cuando realmente nos interesan o nos afectan.
Muchas veces, las mejores cosas - o incluso las peores - nos llegan solas, no las esperamos y por arte de magia aparecen : el amor, los amigos, enemigos, la suerte, etc.
Si estamos bien, queremos que nunca terminen pero si por el contrario no lo estamos, deseamos que ese infierno termine cuanto antes, somos así de caprichosos.
¿Lo peor? Cuando realmente te quedas pillado/a por algo y sabes que debes dejarlo pasar pero no puedes porque te vas encariñando más y más y el tiempo lo único que hace es que te sientas peor ...
Habrá días en los que no querrás pensar en ello porque viste algo que te deprimió, pero por el contrario, habrá otros en los que estés lleno de ganas de ver, hacer o sentir esa cosa tan esperada y que tanto ansias.
Pero, no es bueno hacerse ilusiones, pues puede que todo lo que haya llegado un día se esfumé sin más, causando un garn dolor en nosotros, por ello debemos ser felices con lo que tengamos y disfrutar al máximo, es la mejor solución.
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